El maestro se considera el centro de atención durante la clase, y el modelo a seguir, también tiene la función de establecer normas y hacerlas cumplir. Castiga y humilla cuando es necesario y reproduce la cultura y el pensamiento dominantes.
El alumno se considera como el imitador del docente, su papel es pasivo y debe obedecer todo lo que se dice y acatar las normas de la escuela. Es sumiso y no cuestiona a sus superiores, por lo que se encuentra sometido a ellos. No critica ni reflexiona.